Y el domingo 30, también a partir de las cinco, los niñ@s, caracterizados como, zombies, calabazas, brujitas, vampiros, ..., realizaron un pasacalles llegando casa por casa a pedir truco o trato. Después, a partir de las siete y media, los más atrevid@s no dudaron en entrar en el Pasaje del Terror, ubicado en el bar de la Piscina Municipal.